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lunes, 27 de septiembre de 2010

35. Drama Jones

    Por fin llegó el día de su cumpleaños. Se había pasado el fin de semana entero encerrada en su casa. Sus amigos se preocupaban... Todos sabían que era un poco Drama Queen, pero parecía que se le estaba yendo de las manos. Sin embargo, en realidad no deberían preocuparse. Se trataba de un simple y sencillo complejo de Bridget Jones.

    En primer lugar, la cercanía de su cumpleaños le hizo sentirse vieja. A punto de cumplir los 25 aún no había terminado la carrera. Sólo le quedaba una asignatura, pero ya se le estaba haciendo pesado. Ser la más vieja de la facultad tampoco le hacía especial gracia. Además, había comprobado que la mayoría de sus amistades ya habían terminado sus estudios, estaban trabajando, buscando trabajo, haciendo másters... Y ella seguía enclaustrada en una carrera que se le estaba haciendo más larga que un día sin pan.

    En segundo lugar, algunas de estas amistades estaban conviviendo con pareja, casadas, con hijos... Y eso le hacía plantearse si estaba perdiendo el tiempo. No se agobiaba. Simplemente recapacitaba sobre la edad que tenía y en qué punto estaba. Y éso era lo que la agobiaba.

    En tercer lugar, el verano había causado estragos en su físico. Nada alarmante, pero encontraba sus curvas algo más pronunciadas de lo normal...

    En definitiva: se veía como una (prematura) Bridget Jones. Y le parecía de lo más deprimente...






When I was young I never needed anyone, and making love was just for fun. Those days are gone... Sometimes I feel so insecure... All by myself...

miércoles, 22 de septiembre de 2010

34. What I did

    De repente llegó el otoño, sin avisar. Y con la lluvia y el viento, parece que llegaron las buenas vibraciones y los buenos pensamientos. Atrás quedaba toda la pena vivida aquel verano. Pero atrás quedaba también todo lo bonito vivido en primavera. Ella sólo deseaba tener la misma suerte que él, encontrar a alguien que la hiciera olvidar rápidamente todo lo vivido. Sí. Pensaba ésto de verdad. Pero en el fondo sabía que no se arrepentía (ni se iba a arrepentir de momento) de todo lo ocurrido. Y lo decía ahora, que ya se había cansado de llorar. Pensaba que había algo más especial de lo que resultó ser al final, pero era como si ambos supieran desde el principio que aquello no podía ser. Exprimieron al máximo lo poco que pudieron disfrutarse. Y eso es lo que acabó escociendo al final. No. No quería olvidar lo ocurrido. Y tampoco quería que él lo olvidara. Nunca. Hicieron lo que tenían que hacer en el momento en el que lo tenían que hacer. Se acabó. Ni olvidará ni se arrepentirá...




Kiss today goodbye, the sweetness and the sorrow. Wish me luck, the same to you. But I can't regret what I did... Look, my eyes are dry. The gift was ours to borrow. It's as if we always knew. And I won't forget what I did... Point me toward tomorrow. We did what we had to do. Won't forget, can't regret what I did...

martes, 21 de septiembre de 2010

33. Cama vacía

    Sería ridículo decir que llevaba toda la vida buscando a esa persona especial, porque toda la vida es demasiado. Pero digamos que sí era verdad que por lo menos desde la adolescencia. A punto de cumplir los veinticinco, llegó a la conclusión de que aquello era demasiado complicado. Nadie te avisa antes de embarcarte en esa búsqueda. Y una vez que empiezas, ya no puedes volver atrás. Y ya que es así, por lo menos podíamos venir provistos de un manual de uso. Con los años había fracasado tanto en estos intentos que dejó de buscar a su príncipe azul (vaya que destiña)... ¡¡Con la de colores neutros que hay!! (Walt Disney, le culpamos a usted de todo)

    Se juró que nunca más se fijaría en el típico niño mono con cara de no haber roto un plato en la vida... Había comprobado que eran los peores... Y sobre todo, se los buscaría mucho mayores que ella. Ah, no, que también le habían salido rana... Se estaba empezando a agobiar... ¿Es que ninguno valía la pena o qué?

    Pero cuando se paró a pensar sobre su situación, se dio cuenta de que, a pesar de los malos ratos vividos aquel verano, estaba muy a gusto, muy tranquila en ese terreno... A veces, mejor sola que mal acompañada. Y pensó que quería estar así, durante un tiempo indefinido.









Siempre estuve en busca del amor, ese complejo sentimiento que vivimos por momentos. Poco a poco ya te haces mayor, van fracasando los intentos, dejas de creer en cuentos... Eres joven, llamas la atención. Luego aprendes con el tiempo que sólo importa lo de dentro. No sé si se me pasó el arroz... Tengo la cama vacía de sentimientos, y no las pienso llenar por el momento. Tengo un millón de manías... y ya no pienso cambiar por ti.

lunes, 13 de septiembre de 2010

32. I love the way you lie...

    No sabía decirle qué era lo que sentía. Sólo la sensación que le provocaba en el estómago, que era sólo rabia. Rabia depositada durante esos meses y que había ido llegando allí, a su estómago, poco a poco. A veces era como si le costara respirar. Se dieron tanto y ahora tenían tan poco... O mejor dicho, ella ya tenía "tan poco" y el ya tenía nada... 'Esto es de locos... En la vida me habían hecho sentir así de mal', pensó aquella mañana de septiembre en la que permaneció en la cama hasta la hora de comer.

    Él le había prometido que nunca le haría daño y que odiaba a todo aquel que lo había hecho con anterioridad. Se ve que su forma de pensar cambiaba con el viento o algo así. 'Porque si no, que alguien me explique esto, porque no lo entiendo', se dijo.

    Quizá esto era lo mejor... Ya había distancia física, así que esta distancia... llamémosle emocional, no debería de ser muy diferente. Pero tenía tan recientes aquellos momentos que le parecía que había sido ayer. Sin embargo, ayer se acabó. Por muy raro que le pareciera o se le hiciera todo.

    Pensó que ojalá la vida fuera como un juego, de esos en los que vas guardando la partida y que en el momento en el que aparecen las palabras Game Over en la pantalla, fácilmente vuelves a lo grabado y haces las cosas mejor. A veces, la vida parece uno de esos juegos, pero de esos en los que te acaban diciendo Insert Coin. Llega un momento en el que una se queda sin monedas, no puede más y deja el juego sin terminar.

    Otra vez le había mentido... Y aquel pensamiento sólo conseguía aumentar esa rabia contenida. Era la gota que había colmado el vaso. Ya no podía más. Ella había sido sincera (quizá de más) con él... Así que le quedó el consuelo de haberle aportado aunque sea eso de cara al futuro. 'Mentir y engañar a la gente está muy feo, ¿sabes, guapo?'. Ella se había cansado de ese juego, esa especie de pilla-pilla en el que siempre le tocaba quedársela a ella... Y nunca lo pillaba...

    Sin embargo, parecía que le encantaba esa sensación, esa manera de mentir tan suya y ese hacerle daño con todo lo que hacia y dejaba de hacer. Si no, este blog no tendría sentido...






I can't tell you what it really is. I can only tell you what it feels like... I can't breathe but I still fight all I can fight... High off on love, drunk from my hate... It's so insane... You swore you'd never do nothing to hurt me... So they say it's best to go your separate ways... Yesterday is over and it's a different day. Sound like broken records playing over... You don't get another chance. Life is no Nintendo game, but you lied again... Now I know we said things, did things that we didn't mean... When it comes to love you're just as blinded... Don't you hear sincerity in my voice when I talk?... I'm tired of the games... Just gonna stand there and watch me burn. Well, that's alright because I like the way it hurts. Just gonna stand there and hear my cry. Well, that's alright because I love the way you lie.

viernes, 10 de septiembre de 2010

31. Probablemente ya...

    Sin saber por qué, lo volvió a creer... Pero como tonta del todo no era, se dijo que ya valía... 'No quiere saber nada de ti, bonita. Le das exactamente igual', sonó una voz interior que le decía verdades como puños. Era como si tuviera dos voces interiores, como el ángel y el demonio que salen en las películas... En su caso, el ángel le decía que en el fondo él era bueno, que era como la imagen que le había pintado al principio, 'pero que un fallo lo tiene cualquiera... Pobre... También lo habrá pasado mal, digo yo...'. Mientras que el demonio le venía a decir cosas como 'Es como la imagen de capullo que te pintó al final... No lo ha pasado mal... ¿De verdad crees que lo ha pasado mal teniendo donde elegir? ¿Que lo habrá pasado mal evitando verte llorar mientras te contaba que la elegía a ella? Despierta de una vez'. Y eso fue lo que hizo. Despertar. Despertar de ese letargo que la había tenido atontada y engañada todo el verano. Despertar, abrir los ojos y ver las posibilidades que tenía frente a sus ojos y que había dejado pasar. Menos mal que algunas de esas oportunidades no habían terminado de pasar del todo. Y si seguían ahí, igual era por algo...

    El demonio también le decía que tenía que haber previsto esto. 'Con lo lista que eres para unas cosas... y lo tonta que eres para otras... Si se le veía venir... Todo no puede ser tan estupendo de primeras... Es mejor que bajes de la nube ya. Esa nube a la que nunca tenías que haber subido, por mucho que él te diera pie. Baja. Porque seguro que él no se acuerda de ti, ni piensa en ti ni un segundo al día. Nada va a volver a ser igual, por mucho que el "no quiera perderte como amiga". Pamplinas'. Miró al ángel apoyado en su otro hombro, para escuchar su opinión. Necesitaba escuchar un 'no, mujer... seguro que si que lo ha pasado mal el pobre... seguro...'. Pero el ángel asintió a las palabras del demonio...





Se me acabó la fuerza... voy a dejarte el mundo para ti solito. Como al caballo blanco le solté la rienda, a ti también te suelto y te me vas ahorita... Cuando se quiere a fuerza rebasar la meta y se abandona todo lo que se ha tenido. Como tú traes el alma con la rienda suelta, a ti también te suelto y te me vas ahorita. Y cuando al fin comprendas que el amor bonito lo tenías conmigo, vas a extrañar mis besos en los propios brazos de quien esté contigo. Vas a sentir que lloras sin poder siquiera derramar tu llanto. Y has de querer mirarte en mis ojos tristes que quisiste tanto... y que quieres tanto...



Probablemente ya de mí te te has olvidado, y sin embargo yo te seguiré esperando. No me he querido ir para ver si algún día que tú quieras volver me encuentres todavía... Probablemente estoy pidiendo demasiado... Que nunca volverás, que nunca me quisiste, se me olvidó otra vez... Por eso aún estoy en el lugar de siempre, en la misma ciudad y con la misma gente. Para que tú al volver no encuentres nada extraño y sea como ayer...

sábado, 4 de septiembre de 2010

30. Paso 10: Sufrir, c'est fini

    Finalmente se encontró en el ansiado paso diez. Pero llegó a la conclusión de que no era el olvido lo que destacaba en esta fase, sino la aceptación de la situación. El haber pasado por cada uno de los pasos anteriores había sido fundamental. Pero una conversación con él, la primera en todo este tiempo, fue lo que la hizo llegar a este paso número diez.

    Le pareció increíble cómo, tras momentos de soltar alguna lagrimita, terminó riendo con él. Todo volvía a ser como antes, pero sin lo más bonito de su amistad. Comprendió que si hay amistad, aunque haya habido algún roce (en el buen sentido de la palabra), cuando eso que se ha tenido se acaba, puede seguir quedando ese residuo -positivo- de ella.

    Había cosas en las que no terminarían de ponerse de acuerdo. En todo ésto, la versión del chico, la suya y la verdad convivían... Pero ¿qué más da? En un principio ella quiso hacerle saber lo mal que se sentía, pero lo único que hizo esto fue entristecerla más de lo que en realidad habría estado si hubiera aceptado las cosas desde el principio. Estos pensamientos la habían llevado a llorar más de lo que ella realmente quería. Es cierto que la historia la había afectado considerablemente, pero no más que otras ya vividas. La archivó junto con estas otras y perdonó. Había estado demasiado ocupada pagando su enfado con quien no lo merecía. Ya estaba bien también. Nadie tenía la culpa de nada. Ni siquiera él.

    Tenía tantas cosas que decirle... Todas en su cabeza... Pero se conocían tan bien a pesar de todo, que llegó a la conclusión de que él ya las sabía. Y se las guardó para ella. Olvidar lo vivido era quizá la solución, aunque no estaba segura de querer hacerlo realmente.

    El caso es que la conversación fluyó tan natural como siempre. Y eso fue lo que la hizo llorar... Le daba pena pensar en tanta química desperdiciada... Seguía sin parecerle justo, pero sólo podía aceptarlo. Luego pensó que ese mes que habían estado sin hablarse fue una pena... Sin embargo, le sirvió de tiempo de reflexión para llegar a todas estas conclusiones. Y, en el fondo, estaba contenta.

    Sintió incluso que tenía que agradecerle muchas cosas... Cosas que habían pasado en febrero, en marzo... y sobre todo en abril... Pero con mayo, casi junio, él le quitó todas esas cosas. De golpe, sin avisar... Ahora no sabía si agradecérselo o seguir esquivando todos esos recuerdos...




    "Shame" - Robbie Williams & Gary Barlow


Well, there’s three versions of this story: mine, yours and then, the truth... Out of some sentimental gain, I wanted you to feel my pain, but it came back return to sender. I read your mind and tried to call, my tears could fill the Albert Hall... I wrote a letter in my mind, but the words were so unkind, about a man I can’t remember. I don’t recall the reasons why, I must have meant them at the time. Is this the sound of sweet surrender? Words come easy, when they’re true... What a shame we never listened... And all that went away was the price we paid... Oh, what a shame!





Gracias... por arañarme el corazón, por ser así, como tú eres. Gracias... por inventar ese sabor... Gracias por los consejos que me das, por olvidarme si te vas, por no quererme un poco más. Gracias por esas cosas que no se pueden contar... Gracias ... por derretirte si me ves, por alargar ese momento. Gracias por asumir ese papel. Ya no sabíamos qué hacer, pero te fuiste justo a tiempo. Gracias... por el cariño, la paciencia, cuando todo iba mal. Gracias por esas cosas que no se deben contar... Ya no seré lo que fui para ti una vez, pero puedes contar conmigo. Aprendí a sufrir, aprendí a reírme de mí. Me reconstruí... Aprendí a sentir. También a pasarlo bien sin ti. Y me levanté cada vez que tropecé y caí. Tuve que alejarme de ti. Tuve que aprender a ser sin ti...