Entradas populares

domingo, 17 de abril de 2011

46. Otra vez...

    Como era de esperar, volvió aquella sensación... Sentía que no le importaba lo más mínimo. Le daba mucha pena, pero no estaba dispuesta a pasar por ahí otra vez. Se quería demasiado como para eso. Había pensado en darle unos días de margen, a ver cómo evolucionaba todo. Pero ya se lo advirtió cuando volvió a ella: era la última oportunidad que le daba. En este caso, a la segunda iría la vencida. Y ya se estaba pasando de listo.

    Los días se le hacían larguísimos. Y no hablemos de las noches... Las noches se le hacían eternas hasta poder conciliar el sueño. Escuchaba la radio hasta las tantas y luego... daba vueltas en la cama.

    Sentía que todo lo que hacían estaba mal. A veces deseaba que sus caminos no se hubieran cruzado nunca... O no haber sido correspondida... En el fondo, todo habría sido más fácil... Pero él había decidido marearla, torearla o cualquier sinónimo fino de "joder la existencia"...

    Era consciente de que en otras ocasiones era ella la que había estado al otro lado de la historia, la que había hecho daño... Todo el mundo hiere. Todo el mundo llora.



When the day is long and the night... is yours alone. When you think you've had enough of this life, well hang on. Don't let yourself go, 'cause everybody cries and everybody hurts sometimesSometimes everything is wrong.... When your day is night alone... if you feel like letting go... when you think you've had too much of this life, well hang on. 'Cause everybody hurts sometimes. Take comfort in your friends. Everybody hurts... If you feel like you're alone, no, no, no. You are not alone... Well, everybody hurts sometimes. Everybody cries... Hold on. Everybody hurts. You are not alone...

martes, 12 de abril de 2011

45. Imposible

    Llevaba esperando una semana larga a que él volviera de su viaje. Estaba contenta porque volvió y se puso en contacto con ella. Incluso le había traído un detallito, decía. Pero, llamémoslo "hablar-con-chicas-del-viaje", llamémoslo jet lag, lo que empezó siendo una conversación, terminó por ser un monólogo de ella. Y no sabía la razón... Comenzó así otra noche de insomnio... Venga a dar vueltas en la cama pensando en qué podría estar haciendo mal. Empezaba a estar muy harta. No creía merecer todo aquello. No se podía creer que todas las ganas por volver a hablar eran sólo de ella. No quería pensar así, querría ser optimista, pero no le quedaba otra. 

    ¿Sería que en el fondo sabía que era imposible?


Imposible es caminar sin un motivo. Imposible es mi manera de pensar. Imposible es no guardarte en el bolsillo. Imposible es no girarme si te veo marchar..Imposible una caricia a la mitad... Imposible es un principio si se ve el final. Imposible es intentar volver atrásuna sonrisa por cada canción, hacerlo juntos sin una razón, cuando se me olvidó. Imposible es no tentar a la suerte una vez más. Me dan ganas de matarte cuando ya tienes bastante. Imposible es consolar... sé que volveré a encontrarte. Imposible es ignorarte. Imposible es ignorarte, la verdad...

domingo, 3 de abril de 2011

44. ¿Quién dice?

    Como siempre en esto que estaban viviendo (fuera lo que fuera) él parecía empeñarse en romper el encanto. Todo iba bien hasta que algún cable se cruzaba en su cabeza. Y era ella la que salía perdiendo siempre. Lo que más le entristecía era estar empezando a notarse acostumbrada a aquello.

    Cuando él estaba de buenas, todo estaba bien. Pero era él el que parecía estar decidiendo por donde iba todo aquello. Ella se impacientaba por acortar aquella distancia que los separaba... Y aunque él decía tener las mismas ganas que ella, todo parecían ser problemas cuando intentaban concretar algo. La promesa estaba ahí. Pero nunca se cumplía. 

    Lo peor es que a ella parecía gustarle aquella sensación de desesperación por no conseguir lo anhelado. Seguía esperando, sabiendo que era difícil. Y no por parte de ella precisamente. Ella estaba dispuesta a cometer cualquier locura por tal de eliminar esa distancia. Aunque fuera un día. Aunque fueran un par de horas.

    Hacía tiempo que había empezado a recibir atenciones bastante agradables por otra parte. De nuevo, comparaba. Entre lo malo conocido (él, siempre él) y lo bueno por conocer... fallaba el refrán y ganaba lo bueno por conocer... Los dos la trataban como una reina cuando estaba con ella. Pero era en las ausencias cuando lo bueno por conocer ganaba. No pedía que no la dejaran respirar. Sólo la atención necesaria para que ella notara que le importaba algo. Y sólo el segundo le aportaba eso.

    Como acostumbraba, no quería poner ninguna etiqueta a ninguna de las dos situaciones. No lo llamaba 'amor' en ninguna de las dos ocasiones. Era 'cariño' en ambas. Cada uno a su manera. Y con eso le bastaba. Pero comparaba. Y el último beso que se dieron ella y número uno, les dejó un sabor bastante amargo a ambos: los dos sabían que iba a pasar mucho tiempo hasta que volvieran a verse... Sin embargo, ocurría lo contrario con cada beso que le daba a número dos. Claro que vivir en la misma ciudad también ayudaba. Aún así, no podía evitar sentirse bastante culpable. Aun sabiendo que muy probablemente, su número uno también tuviera una número dos. O peor aún, que ella misma fuera la número dos...

    Vivía incluso con miedo a que todos estos pensamientos suyos salieran a la luz... ¿qué pasaría si la juzgaban?



No rompas el encanto... Subo la apuesta si jugamos con mis reglas, niño. ¿Por qué dices que me quieres? No es bueno ser tan impaciente, ni perder la cabeza por una promesa... Lo mío es vivir siempre al filo, con el alma en vilo. Di, ¿quién dice que lo nuestro sea amor? ¿Quién, que un beso deja siempre buen sabor?...