Entradas populares

miércoles, 9 de noviembre de 2011

51. Frío

    Durante meses he pensado que este blog llegaría a su fin. Y es que, nuestra Drama Queen, era feliz. No le había sido difícil del todo desaparecer de su vida. No estaba siendo tan difícil, sin embargo, que él desapareciera de la suya. ¿Qué llevaban? ¿Cuatro meses sin hablar? Y a él no parecía importarle. Nada de nada. Y ella, tan susceptible, no le perdonaría jamás que ni siquiera la felicitara por su cumpleaños (él, que pretendía ser su amigo). 

    Pero ya no se sentía triste. Sólo sentía frío. Y eso era lo mejor. O lo peor. Aún no lo tenía muy claro. Imaginaba cómo sería una conversación con él ahora. Y sólo se escucharía frío. Por parte de ambos. Hacía un año y algo en el que su mayor miedo era precisamente ese, que los dos sintieran frío y ninguno hiciera nada por evitarlo. Miedo a pasar del beso al abrazo y de ahí al vacío. Y seguía teniendo miedo de que él la olvidara para siempre. Y, más miedo aún si cabe, sentía al pensar que ella podría olvidarlo algún día.


    Pasaba el tiempo y ella recordaba. Se acordaba de él, de esos días que ya serían irrepetibles, de esa manera de tratarla que nadie había repetido. Nunca había vuelto a sentirse como con él. Parecido sí. Igual no. Nunca. Tanto cariño se dieron para nada. Tanto cariño que pasó a ser frío tan de repente, tan sin ella darse cuenta.


    Menos mal que había aparecido aquel otro chico. Sigiloso. Como un puma. Sin hacer demasiado ruido, pero provocando miles de sonrisas que el primer "él" parecía estar dispuesto a no volver a provocarle. Ni siquiera como amigo.


    Y, pensando todo esto, se levantó llorando del sofá y cerró la puerta de la terraza. Frío.


    Frío, distante y esquivo. Miedo a verte llegar y tú digas "frío". A un beso, un abrazo y más tarde el vacío. A que prenda el fuego y después llegue el frío. Frío. Así ha sucedido... Donde hubo cariño ahora sólo hay frío... Miedo a cruzar la calle que lleva al olvido. A volver a casa y no sea contigo. A despertar muerta de frío. Frío porque tú te has ido. Ha sido un instante, he sentido frío. Quizás el que tú tienes conmigo. Llueve afuera. Pasó el tiempo. Me acuerdo de ti, de esos días increíbles, de tu amor irrepetible. Llueve afuera y hace frío. Nunca supe despedirme... Llueve afuera y, a lo lejos, suena un hit de Johnny Cash: habla de amor verdadero condenado a lo imposible...