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jueves, 5 de agosto de 2010

11. Otra noche de "jelén calorró" en el Café de Chinitas del Generalife

    Recordar el viaje era recordar la serie de acontecimientos que tuvieron lugar a su vuelta. Y como no eran muy agradables, prefirió hacer un inciso y recordar su noche de jelén calorró (o lo que es lo mismo, pasión gitana).

    No hacía ni un año que había ido a ver el espectáculo de Ballet Flamenco "El Poema del Cante Jondo" de Cristina Hoyos en el Generalife. Pero el espectáculo es de tal perfección que no lo pudo evitar y volvió. Y no es sólo el espectáculo. También es el entorno. Poder contemplar el Albaicín desde el Generalife, con una preciosa puesta de sol como telón de fondo y con esa brisilla tan típica de las noches granaínas, le pareció que no tenía precio.

    Y si pensó que aquella noche le serviría para despejarse, se equivocaba. El romanticismo de las vistas, los primeros acordes de aquella guitarra y su punteo, el primer taconeo... todo se lo recordó. Pero decidió centrarse en el espectáculo, en La Parrala, Los Cuatro Muleros, La Tarara, El Vito... y las Sevillanas del Siglo XVIII. Y como había decidio no pensar y disfrutar del espectáculo, sólo dijo en voz interior. "Vaya...". Se fijó en los coloridos vestidos y pudo comprobar, en cuarta fila, lo guapos que eran todos los bailaores y la elegancia con la que todavía se movía Cristina Hoyos.

    Y ya en el coche, después de disfrutar de una leche merengada helada del Café Fútbol, pensó en la suerte de sentirse española y, sobre todo, granaína: podía decir que Granada, el Generalife, el flamenco y Lorca eran suyos.


BALADILLA DE LOS TRES RÍOS, FEDERICO GARCÍA LORCA

El río Guadalquivir
va entre naranjos y olivos.
Los dos ríos de Granada
bajan de la nieve al trigo.

¡Ay, amor,
que se fue y no vino!

El río Guadalquivir
tiene las barbas granates.
Los dos ríos de Granada
uno llanto y otro sangre.

¡Ay, amor,
que se fue por el aire!

Para los barcos de vela,
Sevilla tiene un camino;
por el agua de Granada
sólo reman los suspiros.

¡Ay, amor,
que se fue y no vino!

Guadalquivir, alta torre
y viento en los naranjales.
Dauro y Genil, torrecillas
muertas sobre los estanques.

¡Ay, amor,
que se fue por el aire!

¡Quién dirá que el agua lleva
un fuego fatuo de gritos!

¡Ay, amor,
que se fue y no vino!

Lleva azahar, lleva olivas,
Andalucía, a tus mares.

¡Ay, amor,
que se fue por el aire!

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