Entradas populares

jueves, 5 de agosto de 2010

13. Ganar y perder

    Nunca había creído en esas cosas, pero aquella calurosa mañana de agosto no pudo evitar leer su horóscopo. Aunque claro, no era la primera vez que lo hacía. Por si acaso. Y, como siempre que lo leía, empezó por abajo, para dejar para el final lo realmente importante.

    'Las comidas excesivamente copiosas no son sanas'. Salvando la noche en la que su mejor amiga, casi su hermana pequeña, la sacó a cenar, llevaba unos días comiendo como un pajarito. Así que, señor astrólogo, se equivoca con ella. Horóscopo 0 - Maribel 1.
    'Sus opiniones serán bien acogidas por sus jefes'. ¿Jefes? ¿Qué jefes? ¡Si llevaba desde junio sin ingreso alguno! Señor astrólogo, vuelve a fallar. Horóscopo 0 - Maribel 2.
    'Los proyectos económicos en los que piensa no van a ser rentables'. Pues... sin trabajo a la vista, lo único que se le ocurría era volver a pedirle a sus padres una paga mensual. Y con veinticuatro años y desde los dieciocho sin pedir un céntimo a sus padres, se le caía la cara de vergüenza. Y supuso que aquí sí. Horóscopo 1 - Maribel 2.
    'Resuelva ese asunto pendiente en su corazón'. Me temo, señor astrólogo, que ese asunto estaba más que resuelto. Muy a su pesar. Así que, Horóscopo 1 - Maribel 3.

    Y mirando ese resultado, pensó que era agradable ganar aunque fuera en eso. Pero luego pensó que ganarle al horóscopo era una tontería y que sí que había perdido en cosas más importantes.



"Por quererte" - Efecto Mariposa

Por creer, por confiarme, por seguirte voy sin dirección. Sé que nuestro camino hoy se parte en dos. Por el amor que no compartes, por el dolor al que no guardo rencor, ahora siento que llego tarde a tu corazón. Siento que nunca te he conocido. Lo extraño es que vuelvo ha caer. Me duele estar sola, me duele contigo. Y perderte es perderme después.... Por callar, por no dañarte y no enseñarte de mí lo peor, ¿por qué me dices esas cosas que me duelen?... Nada es lo que sueles decir. Yo todo te lo quiero contar. Nada nos espera después, solo soledad...Por tenerte, por querer quererte, dejé de lado todo lo que sentía. Yo no sabia que tu amor escondía la soledad. Y aunque grites... desde esta orilla no escucho tu voz. No sé quién eres, no sé quién soy...

No hay comentarios:

Publicar un comentario