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jueves, 5 de agosto de 2010

14. En blanco y negro

    Estaba empezando a olvidar cómo sonaban su voz y su risa. Sólo si cerraba los ojos para visualizarlo, o si miraba fotos, podía lograr un ligero recuerdo de esos sonidos. Pero comprendió que eso no le ayudaba.

    Le entristecía la sensación de "pasado" que subyacía en todos sus pensamientos. Pensaba en él y lo veía en blanco y negro, como una fotografía antigua, a veces hasta sepia, mate, e incluso algo rayada.

    Recorrer su cuidad también le traía recuerdos. Y no es que buscara según que sitios como quien busca algo que le recuerde lo que ya no existe de un modo de lo más masoquista. Es que esos sitios formaban parte de su rutina, y no podía hacer nada por huir de los recuerdos.

    Estar de vacaciones le hacía ver la vida sin reloj. Parecía no ser consciente del día que era, ni la hora. Así, las tardes se le hacían eternas y pensaba más de la cuenta.

    Pensó en la de confidencias que habían intercambiado y llegó a pensar que a lo mejor esos minutos, esas horas, esos días que dedicaron a conocerse en profundidad no fueron más que una pérdida de tiempo.

    Le venían a la mente casos hipotéticos en los que podrían volver a verse. Pero la utopía que reinaba en todos esos pensamientos la traía de vuelta a la realidad. 'Además', pensó, 'en cualquier caso, no sabría ni cómo saludarlo si volviéramos a vernos'. No era resentimiento. Era resignación.

    Pensó que no podía seguir así, llenando su mente de negatividad. No conseguía nada con ello. Lo peor era no sabersi él pensaba como ella, si él sentía aunque fuera la mitad de pena que sentía ella. Porque ya no era tristeza. Ya no lloraba cuando recordaba ciertas cosas. Ahora sentía pena por lo que pudo ser y no es y seguramente nunca sea.

    Una mañana, se despertó con la extraña sensación de no estar sola. Echó un vistazo a cada uno de los lados de su cama y, efectivamente, allí no había nadie más que ella misma. Pensó entonces cómo sus manos la habían despertado y dado los buenos días. Quedaba ya tan lejos...

   Sabía que no era el momento. Tal vez nunca lo fue. Pero nunca se sabe qué depara el futuro. Y sonrió pensando que cuando una puerta se cierra, se abre otra. O aunque sea una ventana. Y nunca sabes en qué dirección mirarás cuando te asomes.

    Se sintió pequeña, casi una niña. Y durante los minutos que duró ésto, no tuvo preocupaciones. Pero después, se imaginó de nuevo con él. Y casi le dio las gracias por haberse cruzado en su camino. Tras este pensamiento, tuvo una sensación extraña. Eran sus recuerdos en el estómago. Sin embargo, se reflejaban en su cara, y lo notaba hasta ella misma. Se había dejado la sonrisa olvidada en algún lugar y no sabía por dónde empezar a buscarla.


"Una foto en blanco y negro" - El Canto del Loco

Ni siquiera sé si sientes tú lo mismo... imaginándome contigo, como si hubiéramos ganado por habernos conocido. Esta sensación extraña que se adueña de mi cara, juega con esta sonrisa... Me desperté soñando que estaba a tu lado. Y me quedé pensando qué tienen esas manos. Sé que no es el momento para que pase algo. Quiero volverte a ver...

1 comentario:

  1. Todos hemos tenido un día así alguna vez. Desamor...es tremendamente adictivo.

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