12. La niña y el volcán

    Pensó en lo curioso que resultaba todo. Hacía tan sólo cuatro meses, ni la fuerza de la naturaleza fue capaz de impedir que lograra lo que más le apetecía en aquel momento. Sí. Ella solita (y las ganas de él) puedieron con un volcán en erupción. Y todo le pareció curioso porque (ganas de él esfumadas aparte), fue otra de su misma especie la que pudo con ella. ¿Cómo era posible? La respuesta: comprendió que el amor puede  más que el capricho. Y sintiéndose un capricho, sólo pudo tararear una canción que dice "sé que te tengo que olvidar...". E intentó seguir con su vida: salir a tomar café y que el café se alargue hasta cena y copa, ordenar su cuarto, preparar el planning de estudio... Todo con tal de tener la mente ocupada.

   Y una tarde leyó algo que le dio que pensar. Pero en positivo. Se trataba del poema "No volveré a ser joven", de Jaime Gil de Biedma y que decía así:

   

    Que la vida iba en serio

    uno lo empieza a comprender más tarde

    -como todos los jóvenes, yo vine

    a llevarme la vida por delante.

    Dejar huella quería

    y marcharme entre aplausos

    -envejecer, morir, eran tan sólo

    las dimensiones del teatro.

    Pero ha pasado el tiempo

    y la verdad desagradable asoma:

    envejecer, morir,

    es el único argumento de la obra.

    Su afición por la lectura la había llevado a pensar en positivo, y se sentía orgullosa. Comprendió que no compensaba pasarlo mal por mucho tiempo. Unos días estaba bien. Pero la vida vuela, y hay que pasarlo lo mejor posible, porque "envejecer, morir, es el único argumento de la obra".


"Tu recuerdo" - Ricky Martin y LaMari

    Tu recuerdo sigue aquí, como un aguacero. Rompe fuerte sobre mí, pero a fuego lento. Quema y moja por igual. Y ya no sé lo q pensar, si tu recuerdo me hace bien o me hace mal. Un beso gris, un beso blanco, todo depende del lugar... pero tu recuerdo no se va. Siento tus labios en las noches de verano. Ahí están, cuidándome en mi soledad. Pero a veces me quieren matar... A veces gris, a veces blanco, todo depende del lugar. Que tú te fuiste, eso es pasado. Sé que te tengo que olvidar. Pero yo le puse una velita a todos mis santos. Ahí están pa’ que pienses mucho en mi. No dejes de pensar en mí. Piensa en mí. Es antídoto y veneno al corazón. ¿Tú dónde estás? Atrapado entre los besos y el adiós. Tu recuerdo sigue aquí, como aguacero de mayo. Rompe fuerte sobre mí y cae tan fuerte que me quema hasta la piel. Quema y moja por igual. Y ya no sé lo q pensar, si tu recuerdo me hace bien o me hace mal. Tu recuerdo sigue aquí... Rompe fuerte sobre mí, pero que rompe… el corazón. Quema y moja por igual. Sé que te tengo que olvidar. Tu recuerdo me hace bien y me hace mal.